A 12 años del "Concierto Subácuatico": Charly Garcia más vivo que nunca.

29 octubre 2021

El 23 de octubre de 2009, Charly Garcia cumplia 58 años y terminaba su gira en el Estadio Vélez Sarsfield. El recuerdo de un show bajo el agua que quedó en la historia.

"Este es el primer concierto subácutico del mundo". Esas fueron las primeras palabras de Charly Garcia, arriba de un escenario bonaerense, después de haber pasado un año y medio recuperándose de sus adicciones y problemas de salud.

El viernes 23 de octubre de 2009, nuestra estrella más grande de rock, cumplía 58 años de vida. Y la fiesta estaba pactada en el Estadio Vélez Sarsfield, con más de 40 mil invitados.

El Servicio Meteorológico aseguraba que ese intenso calor que se sentía sobre la ciudad de Buenos Aires durante la tarde, se iba a transformar en una fuerte tormenta hacia la noche. Las predicciones no fallaron, mientras la gente llegaba en gran cantidad al estadio, el cielo se iba poniendo negro y el viento soplaba cada vez más fuerte.

Desde la organización, cancelaron un show que iba a tener a personas colgadas de cuerdas. También se quitaron las pantallas gigantes laterales y un piano que estaba en el techo del escenario. Nadie quería arriesgarse con semejante tormenta.

Afeitado al ras, con el pelo recién cortado, con unos veinte kilos más que dieciséis meses antes y sobrio, Charly García atravesó el escenario, se sentó al piano y, cambió el orden de las cosas. En vez de empezar por la primera estrofa de "El amor espera", empezó por la que dice:

"Yo me hago el muerto para ver quién me llora, para ver quién me ha usado".

Acompañado de Hilda Lizarazu, en voces; el “negro” Carlos García López, en guitarra; el “zorrito” Fabián Quintiero, en teclados; y el trío de chilenos compuesto por Kiushe Hayashida, en guitarras; Carlos González, en bajo; y Tonio Silva, en batería.

Después de 4 canciones, cuando cantó Chipi Chipi dijo: "Say No More es impermeable" y la ovación llego desde todo los rincones del estadio hasta tapar la voz y los instrumentos. El momento más épico de la noche fue sin dudas la participación de "el flaco", Luis Alberto Spinetta, en la clásica “Rezo por vos”. Justo antes de que comenzara ese tema, se largó la lluvia torrencial que se extendería durante todo el recital, "no llueve, escupen", diría el maestro.

Fueron 28 canciones, a la noche no le falto nada, hubo momentos más “rockeros”, otros más melódicos, un repaso por toda su historia con clásicos como "No soy un extraño”, “Cerca de la revolución”, “Fanky”, “Demoliendo hoteles”, “Promesas sobre el bidet”, “Yendo de la cama al living” y “Pasajera en trance”, entre muchos otros.

Las luces de la cancha volvieron a apagarse para el último bis. El ex Serú Girán volvió del backstage, se paró delante del micrófono y cantó "No se va a llamar mi amor". Los que bajaban las plateas, por escaleras peligrosamente resbaladizas, pegaron la vuelta a las apuradas. Los del campo trasero cerraron los paraguas, saltaron las vallas y corrieron para que el último diluvio los empapara cerca del escenario.

Era el final de un principio, con un recital que pasaría a la historia, porque Carlos Alberto Garcia estaba más vivo que nunca.