Fernando Belasteguín: la leyenda que muchos no conocen
Por Gonzalo Lopez, 1:51 Hs. Lectura aprox.: 3 min.
El alma de pueblo lo lleva con él en cada momento a pesar de vivir en España hace 20 años. Nunca se olvidó de sus raíces, de su amado Pehuajó, donde dejó a su familia que lo llenó de valores y humildad. Un chico que a los 13 años ya prometía mucho en este deporte logrando títulos, debutando a los 15 años en el circuito profesional y a los 20 años ya era el presente, se consagró número uno en el pádel de Argentina.
Una persona humilde en el deporte y a la hora de hablar fuera de una cancha, un auténtico guerrero capaz de tirarse de cabeza en cada pelota para ganar un punto, y que tiene como idea principal nunca darse por vencido. Así son los valores de la familia también, su hija Sofia antes de un torneo le escribió una carta de apoyo con una frase destacada “un Belasteguín nunca se rinde”. De eso se trata, esa frase como emblema de la familia explica su sentimiento.
Es un argentino lleno de éxito, pero que nunca se le dio la atención que se le debe prestar, quizás porque el deporte en este país no está tan difundido, pero sin dudas se merece el reconocimiento. ¿Quién gana 226 títulos, 10 premios Olimpia y es 16 años consecutivos el N°1 en un deporte? Pocos... Fernando Belasteguín es uno. Y aun con 42 años sigue ganando títulos para agrandar su medallero.
Para lograr todo esto no solo se necesita jugar bien porque si no sos buena persona con tu compañero y no tiran para el mismo lado, es probable que la soga se corte y en el esto no pasó con ninguna pareja. Lleva adentro de la cancha esa persona que cuando sale de entrenar y jugar es padre de tres niños, que sale a recorrer lugares para pasar el tiempo con la familia y que cuando tiene algún mes libre en el año viaja desde Barcelona a Pehuajó a visitar el resto de la familia. Viajar a su lugar es como salir campeón.
Allá se encuentra con su vida, ese aire de pueblo que respira y lo hace volver a su juventud. Los domingos de ver a su equipo de fútbol el Club Atlético General San Martin, ir a la instalación del club y recordar cuando era muy pequeño que se ponía las medias, su pantalón, las zapatillas, la remera, agarraba la paleta e iba a practicar pádel.
Bela es competitivo, pero de buena manera, noble en situaciones que quizás otros jugadores actuarían de otra manera, enojón con el mismo a nivel de patear un cartel con la fuerza con la que un futbolista remata al arco, si algo no le sale como quiere. Un corazón inmenso como el de toda la familia junta, que vive los partidos con la misma alegría que cuando juega con sus hijos. La pasión la pone en cada bola que juega, con sus remates precisos como un disparo de tiro al blanco.
Superación es la palabra que en su mente da vuelta, como un bebe que aprende a gatear, luego a caminar y después correr, el todavía sigue aprendiendo de este deporte como si nunca hubiera sido el mejor del mundo. La humildad de haber ganado todo y pensar que aún debe aprender. A los mejores los llaman leyendas... Maradona, Messi, Di Stefano, Fangio, Sabatini... Belasteguín no es excepción. Quizás no es popular por el deporte que realiza, pero por títulos es el mejor. Es leyenda.
El pádel es su estilo de vida, la cancha su segunda casa, la familia son las paredes que sostienen el sueño de seguir ganando, la garra en los partidos es su obligación, Pehuajó su cable a tierra, los éxitos su recompensa, vive el pádel con la misma felicidad que un niño juega en un parque de diversiones. Fernando Belasteguín es la leyenda que muchos no conocen.