El monopolio del Sistema Único de Boleto Electrónico (S.U.B.E) que nació por Nación Servicios hace 14 años se verá finalizado debido a que se abrirá el negocio para la administracion de los más de 400 millones de pasajes de coletivos, trenes y subtes y se incluirá en la competencia a las tarjetas de crédito y débito.
Intervienen actualmente en el proyecto la secretaría de Comercio, de Transporte, y el Banco Central, que combinan distintas competencias en la cuestión, mantienen el diálogo con las empresas involucradas y están llevando a cabo el texto con la firma final de Luis Caputo y del Presidente Javier Milei.
La reforma tiene como fin complementar y modernizar el sistema SUBE que se encuentra damnificado debido a la falta de actualización tecnológica como se vio en las imágenes de los últimos meses de los argentinos haciendo filas en las estaciones para nominalizar sus tarjetas.
La llegada del sector privado al contexto implicará un sistema abierto. Los dispositivos se van a encontrar ubicados en colectivos y estaciones y tienen que aceptar todas las tarjetas (bancarias, de fintech, débito, crédito, o prepagas) sin ninguna distinción. No se va a permitir intervenir a marcas o bancos con exclusividades, ni siquiera temporarias.
El Gobierno busca que haya contratos entre privados, es decir que los transportistas acuerden con las empresas financieras.
En el nuevo esquema, no se habla de la eliminación del sistema SUBE, si no más bien que siga vigente y se sume a la competencia. Sin embargo, la ventaja que tendrán las tarjetas de crédito o débito es que ya se encuentran identificadas con su dueño, y no deberán poner "la tarjeta a su nombre".
En cuanto a la modernización de la tecnología, el borrador del decreto apunta al uso de NFC como alternativa principal y también será permitido para tarjetas contactless, es decir las que permiten el pago apoyándolas en el lector. Esto también incluye la tecnología de billeteras virtuales como las de Google o Apple Pay.
En el proyecto que se está tratando los códigos QR podrían quedar excluidos debido al tiempo de latencia: "pagar con QR requiere de varios segundos, un tiempo de espera razonable para la caja de un supermercado pero inviable para una fila de personas que pugna por subir a un colectivo o cruzar un molinete de subte. Los pagos contactless, en cambio, se concretan en menos de un segundo."
Según el BCRA en enero el sistema SUBE administró 340 millones de viajes por un monto de 22.000 millons de pesos. En enero el boleto promedio fue de 65 pesos. Con la reducción de los subsidios en el transporte, ese volumen de dinero crecerá en forma exponencial.
Este decreto permitirá a los usuarios tener mas alternativas a la hora de tomarse un transporte público, y abre una oportunidad de un gran negocio y competencia.